Estábamos pasando la aduana en el aeropuerto de Los Ángeles con una periodista que viajaba conmigo y, frente de nosotros, había un grupo de chiquillos de 16 o 17 años, todos rubios, charlando bien animaditos en inglés.
"Parecen deportistas", me dijo la colega. "Sí, creo que son un equipo", le respondí. "¿De dónde serán?", preguntó ella. "Australianos", le contesté. "Ay, no vale, es que tú sí que tienes un gran oído para los acentos, debes haber viajado mucho". A este piropo, lo único que me quedaba era confesar: "no, fue por la palabra "aussie"... escrita en sus gorros".
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1 comentario:
No way, mate! What a bright day!
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