miércoles, 30 de mayo de 2007
Huancavelica
El lunes, en Huancavelica, comí 7 tipos de papas. Habían blancas, amarillas y rosadas, moradas azules y moteadas. Comí sentada en la tierra, al lado de la parcela de donde pueden salir mil clases de ese tubérculo delicioso. Comí con las manos llenas de tierra la papa tierna que se deshacía entre mis dedos marrones. Remojé la papa en una salsa de leche, queso y hierbas. La pasta que se formaba con esa crema, la papa y la tierra en mis dedos era exquisita.
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